Si hablamos de uno de los condimentos imprescindibles en nuestra cocina, tenemos que mencionar el ajo. Se trata de un ingrediente en cocinas de todo el mundo y que nos aporta un toque de sabor inigualable a platos y recetas. Pero, además de su sabor, debes saber que es un alimento muy beneficioso para nuestra salud, ¿lo sabías? A continuación, vamos a descubrirte las principales propiedades y beneficios del ajo para que, así, sepas por qué es un ingrediente muy recomendado para incluir en tu día a día.

Propiedades del ajo

El ajo es un ingrediente que nos aporta una gran cantidad de propiedades medicinales que son muy interesantes para nuestro bienestar. De hecho, se conocen más de 2000 componentes activos presentes en el ajo que nos ayudan a mantener un organismo más fuerte y sano. Algunos de estos componentes son los siguientes:

• Aceites esenciales

• Quercetina (flavonoide con propiedades antigripales, antibacteriales y antiinflamatorias)

• Fructosanos (ideal para reforzar nuestras defensas)

• Gran variedad de vitaminas, sobre todo la C y la B6

• Minerales muy saludables como calcio, manganeso, potasio o fósforo

Gracias a su composición, el ajo nos puede ayudar a mejorar nuestra salud, reforzar nuestras defensas y hacer que estemos más fuertes y protegidos ante agentes externos. Pero para aprovechar al máximo las propiedades y beneficios del ajo es importante tener en cuenta algo esencial: todos los componentes se pueden aprovechar cuando el ajo se machaca, por tanto, no se recomienda tomar un diente de ajo entero, sino que lo mejor es que lo machaques.

Beneficios del ajo

Dicho esto, vamos a conocer como afecta el ajo en nuestro organismo, aportando los beneficios más interesantes y que te ayudarán a contar con una salud de hierro.

Antibiótico natural

El ajo actúa como un antibiótico natural. Esto es gracias a que es rico en alicina, una propiedad que actúa como un antibacteriano y que nos ayudará a evitar la proliferación de bacterias en nuestro organismo.

Antifúngico

También se trata de un ingrediente ideal para evitar la aparición de hongos en nuestro organismo. Y es que se ha comprobado que muchos hongos son sensibles a este alimento, ya que los extractos de la planta ralentizan el crecimiento de los hongos y, por tanto, evitarán que crezcan en nuestro interior. Debido a esta propiedad, en muchos campos de agricultura se emplean extractos de ajo para evitar la aparición de hongos en las cosechas.

Ideal para combatir virus

Seguimos hablando de los beneficios del ajo para hacer referencia a su efecto antivírico. Algunos estudios reflejan cómo el ajo puede evitar la propagación de algunos virus, pero no se puede confirmar al 100% ya que, a día de hoy, las investigaciones siguen en su curso. Sin embargo, debido a los componentes naturales del ajo, es bastante probable que pueda actuar con un antiviral y evitar el contagio de algunas enfermedades como la gripe, los resfriados, etcétera.

El ajo reduce el colesterol malo

El colesterol malo (LDL) puede llegar a obstruir las paredes de las arterias con el paso de los años, por eso, es esencial regularlo y bajar sus niveles en nuestra sangre. Para ello, el ajo es un ingrediente muy poderoso ya que actúa regulando los niveles y reduciendo la presencia del LDL. De hecho, en Estados Unidos muchos ciudadanos consumen extractos de ajo para conseguir equilibrar el colesterol.

Reduce la presión sanguínea

Otra de las propiedades y beneficios del ajo es que es un remedio natural ideal para reducir la presión de la sangre y conseguir que el flujo sanguíneo esté más fluido. Esto se debe a que dicho alimento ayuda a producir una mayor cantidad de ácido nítrico, un componente que diluye más la sangre y que, por tanto, contribuye en la presión arterial. No obstante, es importante tener en cuenta que el ajo siempre es algo complementario al tratamiento médico que sigas para tratar tu presión alta, nunca debe considerarse como un tratamiento en sí mismo.

Poderoso antioxidante

El ajo también resulta ideal para mantener nuestro organismo en perfectas condiciones y evitar la oxidación de las células. Esto se debe gracias a los numerosos antioxidantes presentes en el ajo y que ayudan a neutralizar los radicales libres y a mantener el cuerpo más joven y protegido. La alicina es uno de los antioxidantes más poderosos presentes en el ajo y con los que lograrás estos beneficios.

Antitóxico

Terminamos este artículo con las propiedades y beneficios del ajo más destacadas para hablar, ahora, de su efecto antitóxico. Los sulfóxidos presentes en este ingrediente son ideales para evitar los metales pesados en el organismo, por eso, puede ser un gran remedio para mejorar tu salud de forma global y apostar por una vida cargada de bienestar.

Las propiedades adelgazantes del ajo

Siempre se tiene que tomar con moderación, ya que en cantidades elevadas es contraproducente para pacientes con hemorragias debido a sus propiedades anticoagulantes y puede provocar irritación estomacal. Asimismo, es importante complementarlo con una dieta equilibrada y ejercicio físico si deseas bajar de peso de forma eficaz.

El ajo es uno de los alimentos indispensables en la dieta mediterránea, pero no solo por su característico sabor, sino también por sus propiedades diuréticas y depurativas, tal como señala la Fundación Española del Corazón, entre los que destacan los siguientes beneficios que te ayudarán a adelgazar:

- Acelera el metabolismo. Según un estudio de la Universidad Tecnológica de Texas el ajo contribuye a que el sistema nervioso aumente la producción de la hormona adrenalina y, así, incremente el consumo de calorías.

- Es diurético, ya que ayuda a eliminar los líquidos y toxinas del organismo.

- Regula los niveles de azúcar en la sangre. Permite al organismo producir menos insulina, lo cual ayuda a regular el nivel de azúcar en la sangre y al mismo tiempo a que el metabolismo trabaje mejor.

Un estudio realizado a más de 100 personas con enfermedad hepática crónica reveló que los individuos que tomaron un suplemento de 800 mg de ajo en polvo perdieron más peso que los que consumieron un placebo.

Cómo consumir el ajo para adelgazar

En general, la manera más eficaz de tomar este alimento para lograr bajar de peso es en forma de infusión por la mañana y en ayunas, ya que prepara el sistema digestivo y además tiene un efecto saciante. Para su preparación necesitarás:

- 1 diente de ajo picado

- 1/2 cucharada de canela en polvo

- 1 taza de agua caliente

Par prepararla se debe poner un vaso de agua a hervir y, una vez llegado al punto de ebullición, se le añade un diente de ajo picado junto a la canela. Tras unos 10 minutos de cocción a fuego lento se cuela la infusión, ya lista para tomar, a la que se puede añadir también una cucharada de jugo de limón. De esta forma, no solo obtendrás una ayuda para adelgazar, sino que también actuará como protector de la salud cardíaca.

Ajo para la hipertensión

Esta enfermedad, que puede afectar en muy distintos grados y que pasa desapercibida por hasta un tercio de las personas que la sufren, puede llegar a provocar graves daños en todo el organismo, desde las arterias y el corazón a los riñones y el mismo cerebro, entre muchas otras complicaciones y disfunciones.

Además de la edad, una alimentación poco adecuada y un modo de vida sedentario son dos de sus grandes detonantes, de ahí la importancia de mantener un estilo de vida sano y activo. Uno de los principales aliados que podemos encontrar en la lucha contra la hipertensión, además de, evidentemente, la atención médica, es un alimento barato, sabroso y terriblemente fácil de encontrar: el ajo.

Según un estudio realizado por la Universidad de Valladolid, el ajo actúa como protector de la salud cardíaca, ayudando a reducir el conocido como colesterol malo y a regular la tensión gracias, entre otras cosas, a sus efectos vasodilatadores.

Sin embargo, no es necesario lanzarse a masticar dientes de ajo para fortalecer el sistema cardiovascular: la dieta mediterránea contempla el uso del ajo como ingrediente en todo tipo de platos, y hay aún más formas de consumirlo para aportar variedad y evitar el aburrimiento en la dieta.

Así, los dientes de ajo como tales se usan a menudo en todo tipo de platos típicos, y en muchas zonas es tradicional su consumo en crudo por las mañanas. También es común el restregar un diente de ajo cortado contra una tostada de pan, regada después con unas gotas de aceite de oliva.

Sal de ajo

Otro gran recurso es elaborar la conocida como sal de ajo: un sustituto de la sal elaborado a base de ajo y aceite, que ayuda así doblemente en la lucha contra la hipertensión. Para hacer sal de ajo solo hay que sofreír los ajos pelados en una sartén con un poco de aceite de oliva, procurando siempre que no se quemen. Tras esto, se secan del aceite y se guardan en un recipiente que los mantenga libres de humedad. En adelante, en lugar de añadir sal a un plato, se puede simplemente rallar uno de los dientes sofritos, al gusto.

Té de ajo

Preparar té de ajo resulta también un gran complemento muy agradable de tomar tras el almuerzo o a media tarde. Para ello se debe poner un vaso de agua a hervir y, una vez llegado al punto de ebullición, se le añade un diente de ajo triturado junto a 3 gramos de jengibre rallado y una cucharada de miel. Tras 20 minutos de cocción a fuego lento se cuela la infusión, ya lista para tomar, a la que se puede añadir también una cucharada de jugo de limón.

Esto no es todo, hay otros muchos modos de tomar este gran alimento, como macerado en aceite o comprado en seco como especia. Tenemos la suerte de disfrutar de la considerada como la más sana de las dietas del mundo: la mediterránea, que tiene este gran aliado en la lucha contra la hipertensión como uno de sus alimentos básicos. Solo es cuestión de saber aprovecharlo bien.