Estas reuniones alrededor de una parrilla al aire libre con familia y amigos son un clásico vacacional. Pero si nos pasamos pueden convertirse en una verdadera explosión calórica.

¿Y si preparamos una barbacoa este domingo? A quién no se le antoja este recurrente plan alrededor de una piscina, especialmente, junto a seres queridos. Tú llevas las sardinas, yo las chuletas, pero también está la tortilla, el jamón ibérico, el queso de mi pueblo que tienes que probar seguro, la cerveza fresquita... Y así empezamos a sumar. Una cuenta que suele llegar siempre al superávit calórico, es decir, comemos más calorías de las que gastamos.

Este hecho podría ser anecdótico, porque lo más importante es el conjunto de comportamientos que crean un estilo de vida y no únicamente ese día en el que nos pasamos. Pero ojo si esta excepción se convierte en la norma, alerta la doctora Karen de Isidro, dietista-nutricionista y miembro de Doctoralia.

ALIMENTOS CON MUCHAS CALORÍAS

"Las salchichas, chorizos, longanizas y embutidos son los alimentos proteicos con más calorías que podemos encontrar en la parrilla. Además, se suelen acompañar de salsas como la de barbacoa, que también son toda una explosión calórica", explica De Isidro.

Otro de los grandes problemas, además de las grasas, son los hidratos. "Los panes de hamburguesa típicos esponjosos con harinas refinadas suman más y, como guarnición, si optamos por las patatas fritas estamos creando platos muy poco saludables", determina la nutricionista. Para culminar, las bebidas, a excepción del agua, pueden aportarnos incluso más deshidratación en esta ola de calor debido al alcohol y los azúcares que incluyen y no aportarnos absolutamente ningún nutriente. "Nos aportan más valor calórico además de perjudicarnos en la digestión", zanja.

¿POLLO O CARNE ROJA?

El pollo es carne blanca que viene a ser igual a carne magra, cuenta la nutricionista. Esto quiere decir que su tanto por ciento de grasa es bajo. "La Fundación Española del Corazón recomienda reducir el consumo de carnes rojas. Se la relaciona tras numerosos estudios con enfermedades cardiovasculares. Por lo tanto, no debemos consumir más de dos raciones a la semana", se muestra contundente la doctora.

También conviene fijarse en cuáles son los alimentos de temporada. "Berenjena, calabacín, cebolla, pimientos, tomate, acelga, apio, champiñón, puerro y zanahoria son opciones vegetales de esta etapa, todas ricas en antioxidantes importantes para protegernos de los rayos del sol", ejemplifica.

TRUCOS PARA NO PASARSE

  • Muchas veces "pecamos" porque no sabemos cómo combinar los alimentos. La mejor forma de crear un menú saludable en esta época estival en la que resulta tan sencillo pasarse, es la del plato Harvard con proteínas, hidratos de carbono y mitad del plato verduras, aconseja la dietista. "Tener buena proporción de macronutrientes nos ayuda a asimilar mejor los nutrientes, bajar el índice glucémico y combatir la obesidad". De este modo no estaremos picando y picando sin fin.
  • También recomienda evitar las carnes rojas y sus porciones grasas, así como procesadas. "Peor si son prefabricadas del supermercado". ¿Cómo? Por ejemplo, desliza Karen de Isidro, tomando verduras crudas que nos hagan masticar, pues ayuda a sentirnos más saciados. "Otra forma de hacerlo es optar por carnes magras como pollo o pavo, huevos rellenos, tofu y legumbres".
  • Sustituir las bebidas alcohólicas y los refrescos por agua, saborizada con frutas, jengibre, hierbabuena, agua con gas...
  • Asimismo, conviene eludir salsas como mayonesa y barbacoa por contener cantidades considerables de azúcares. "Fritos y, sobre todo, si están muy requemados, ya que contienen radicales libres perjudiciales para la salud".
  • Buscar panes de panadería de calidad, "como los de masa madre integrales o de semillas".
  • Por último, postres y bollería industrial se deberían descartar por contener grasas saturadas y gran aporte calórico sin propiedades nutricionales. Mejor brochetas de fruta. "La piña o la sandía, utilizar esencias como la vainilla o cacao puro de más del 80% de pureza, helados caseros con fruta hidratante como la sandía y macedonia con zumo recién exprimido... Podrían ser opciones más saludables, pero a la vez apetitosas para el paladar".