¿Has tenido alguna vez la sensación de que tu oído late y no sabes qué hacer? Es algo relativamente frecuente. Probablemente, te hayas preguntado por qué escuchas en tus oídos unas pulsaciones parecidas a los latidos de tu corazón. Hoy vamos a ver cuáles son las causas más habituales del tinnitus pulsátil y lo que puedes hacer para dejar de escucharlo. La buena noticia es que, en una mayoría de casos, es un problema tratable.

Recuerda que el contenido de este artículo es información general, y si quieres tener un diagnóstico personalizado, lo mejor es que acudas a un especialista. Si vives en la capital, acércate a un centro auditivo en Madrid para aclarar tus dudas.

¿Por qué se escuchan los latidos del corazón en los oídos?

No es una coincidencia que las personas inmediatamente asocien las pulsaciones en el oído con los latidos del corazón, porque, generalmente, tienen el mismo ritmo. El motivo es sencillo, la causa más frecuente del tinnitus pulsátil es la percepción del flujo sanguíneo en los vasos (arterias y venas) en la proximidad del oído.

Las vibraciones de este zumbido o ruido sordo incómodo se transmiten hasta las células ciliadas del oído, que actúan como receptores neurosensoriales y permiten que el cerebro reconozca el sonido.

En una situación habitual, una persona no nota esos ruidos, pero si hay variaciones en el flujo sanguíneo, el tinnitus pulsátil puede aparecer, de forma temporal o más duradera.

El caso más frecuente: escuchar ocasionalmente que te late el oído

En caso de hacer un esfuerzo físico más intenso de lo habitual, es posible que aparezca esa sensación de escuchar los latidos del corazón en el oído. Como puedes imaginar, la causa es sencilla: al aumentar tu actividad física, también aumentan tus pulsaciones y la tensión arterial. Eso puede provocar que notes el tinnitus pulsátil por unos minutos durante y después de finalizar el esfuerzo. Pero luego, al relajarte, esa sensación molesta desaparece, puesto que tanto la tensión arterial y el ritmo de pulsaciones vuelven a bajar.

Otras personas pueden sentir temporalmente esos latidos en el oído a cambiar de postura, por ejemplo, justo después de acostarse. De nuevo, lo más habitual es que la sensación desparezca rápidamente. También ocurre a veces a personas que usan tapones de oídos para dormir. Por un lado, el cambio de postura puede influir, y por el otro, al suprimir otros sonidos, la persona suele fijarse más en los latidos.

En algunos casos, el tinnitus pulsátil es permanente

Es un caso poco frecuente, pero hay personas por las cuales la sensación de pulsación en los oídos es permanente. No suele suponer un problema directo para la salud, pero, al ser molesto, afecta la calidad de vida, la concentración y el descanso de las personas afectadas. A veces, incluso genera un poco de dolor en el área.

La causa más frecuente es un origen vascular. La circulación de la sangre se ve ralentizada en la zona del oído por un estrechamiento o una congestión de venas y arterias.

Otras posibles causas son la hipertensión, el estrés, una hipersensibilidad de origen psicológico, un derrame de líquidos en el oído, el hipertiroidismo, y otras patologías muy específicas como la otosclerosis, la enfermedad de Paget, o la estenosis. También lo puede provocar un tumor benigno.

¿Qué hacer en caso de latido en el oído?

Si la sensación es solo temporal, generalmente no supone ningún problema, y no hay que preocuparse. En caso de tinnitus pulsátil crónico, lo recomendado es ir a consultar con un médico especialista, habitualmente el otorrinolaringólogo, que podrá determinar las opciones a seguir.

Es un tipo de molestias que se suele curar bien, a diferencia de otros tipos de tinnitus. A veces, la solución implica una pequeña cirugía, para restaurar la correcta circulación en la zona afectada. En otros casos, la solución puede ser la prescripción de un medicamento.

Pero como las causas pueden ser muy diferentes según las personas afectadas, el profesional médico es quien podrá responder mucho mejor a esa pregunta. Como siempre decimos en el blog, no dudes en consultar con un médico. Es la única forma de tener una respuesta totalmente adaptada a tu situación y tus síntomas. Los artículos en Internet son útiles para tener ideas generales, pero solo hasta cierto punto.