En nuestras vidas, hay cosas y eventos que nos dan felicidad, mientras otros nos hacen sentir mal. Cada individuo es diferente, y puede tener necesidades y preferencias muy distintas de otras personas. Sin embargo, todos tenemos una cosa en común: los procesos químicos que condicionan nuestro estado de ánimo y nuestras emociones. Lo que hace que no sintamos bien, en realidad desencadena la producción de las hormonas de la felicidad y del bienestar. Seguro que las conoces por sus nombres. Hoy explicaremos qué son, y como afectan nuestras vidas.

Nuestra sensación de bienestar viene condicionada por hormonas

Creo que no es ninguna exageración decir que cada persona busca, conscientemente o no, alcanzar el bienestar y la felicidad. Los caminos que cada uno sigue para lograr esa meta pueden ser muy diferentes. Algunas personas dan mucha importancia a la comodidad material y a la acumulación de riqueza y pertenencias. Otras, en cambio, prefieren enfocarse en elementos inmateriales como las relaciones con las personas cercanas como amigos, familiares, o simplemente la pareja. Pero, generalmente, todos necesitamos algunos de esos aspectos para alcanzar el bienestar.

Sin embargo, no hay una formula mágica para encontrar el balance perfecto que pueda asegurar el bienestar de cualquier persona. Aunque, como lo decía en la introducción, hace tiempo que se conocen las sustancias que provocan la sensación de felicidad y bienestar, son unas hormonas. Hablamos en concreto de unas sustancias neuroquímicas que afectan al cerebro de cualquier individuo de manera similar. Hoy te voy a hablar de ellas.

¿Cuáles son las principales hormonas del bienestar y la felicidad?

En este artículo te hablaré de las principales hormonas relacionadas con el bienestar, en concreto:

  • La serotonina, que se conoce como la hormona de la felicidad.
  • También hablaremos de la dopamina, conocida como la hormona de la recompensa.
  • No puede faltar la oxitocina, hormona del amor, relacionada con los vínculos sociales.
  • Las endorfinas también merecen que nos paremos un momento sobre esas hormonas que pueden provocar euforia y bienestar.
  • La melatonina regula el sueño.
  • No olvidemos la adrenalina, que nos ayuda a superar obstáculos.
  • Finalmente, hablaremos del cortisol, la hormona del estrés, que también tiene un efecto sobre el bienestar.

Las hormonas de la felicidad y del bienestar

La serotonina: la hormona de la felicidad

No es una casualidad que nos refiramos a la serotonina como la más importantes entre las hormonas que influyen sobre la felicidad y el bienestar de las personas. Numerosos estudios científicos han demostrado que unos niveles adecuados de serotonina están asociados con sensaciones muy positivas como satisfacción, relajación, autoestima o mayor concentración.

Allí es importante destacar que es tan malo tener un déficit de serotonina como un exceso de ella. Concretamente, las personas con un nivel insuficiente de serotonina a nivel cerebral suelen presentar estados psicológicos como ansiedad, depresión, ataques de pánico, o irritabilidad. Pero un exceso de serotonina, generalmente causado por un consumo abusivo de antidepresivos, puede provocar el síndrome serotoninérgico, que es muy peligroso para la salud y puede llegar a causar la muerte del paciente.

Para sintetizar la serotonina, nuestro cuerpo necesita triptófano, un aminoácido presente en numerosos alimentos como aves (pollo y pavo) pescado, nueces, cereales, legumbres, arroz, o productos lácteos.

El ejercicio físico y la practica de deporte incrementan la producción de serotonina, así que es un motivo más para ser activos.

La importancia de la serotonina es tal que los principales fármacos contra la ansiedad y la depresión están diseñados para actuar sobre los receptores de la serotonina en el cerebro.

La dopamina: hormona de la recompensa

¿Por qué se le llama así a la dopamina? Simplemente porque la producción de esa hormona nos suele motivar a repetir aquellas conductas que nos gustan. Porque la dopamina produce placer y hace que nos sintamos bien. Esa sensación de bienestar la vemos como una recompensa, que nos motiva a repetir la conducta causante.

Para incrementar los niveles de dopamina es importante comer frutas y verduras. Los huevos, el chocolate y los frutos secos también ayudan. El consumo de antioxidantes es especialmente importante, puesto que la hormona es sensible a los radicales libres, unos elementos que deshabilitados por los antioxidantes.

En caso de déficit de dopamina, se pueden producir varios problemas de salud, en particular la enfermedad de Parkinson. Pero un nivel bajo de la hormona de la recompensa también se asocia con depresión, ansiedad social, problemas de atención, además de dificultades con la memoria y la resolución de problemas. Pero el exceso tampoco es bueno. Se relaciona con diversos problemas cerebrales y hasta con trastornos psicóticos como la esquizofrenia.

fórmula dopaminaLa oxitocina: hormona del amor y los vínculos sociales

Se trata de una hormona que juega un papel fundamental en todas las relaciones afectivas. Cuando nos enamoramos, suelen subir al mismo tiempo los niveles de dopamina y de oxitocina. Esa última hormona ayuda a que el amor dure en el tiempo, porque ayuda a crear vínculos entre las personas.  Por el mismo motivo, tiene un papel fundamental en la creación del vínculo madre-hijo.

Además de la creación de vínculos sociales, la oxitocina se relaciona con una mayor seguridad, mejores habilidades sociales, ayuda a fomentar la empatía, e incrementa la sociabilidad y la sensación de pertenencia a un grupo social. También es importante destacar que aporta tranquilidad, reduce la ansiedad y el estrés, además de generar una sensación de confianza.

El contacto físico es la forma más eficiente de producir oxitocina. Otra forma de incrementar sus niveles es escuchando palabras de aliento o simplemente lo que nos cuentan los demás. Otras personas logran incrementar su oxitocina mediante el ejercicio o la meditación. También se puede conseguir llorando. Un dato bastante conocido es que la producción de oxitocina también ocurre durante el orgasmo.

Las endorfinas: nuestros analgésicos naturales

Es fascinante que nuestro cerebro pueda liberar sustancias capaces de modular y reducir el dolor físico. Las endorfinas, además de su efecto analgésico, son hormonas que producen euforia, felicidad, bienestar y despreocupación.

El propósito de las endorfinas es ayudarnos a superar algunas situaciones extremas. Porque, en circunstancias de mucho estrés, pueden llegar a eliminar por completo el dolor, de manera temporal. Por eso ocurren situaciones en las que personas que han sufrido un accidente con heridas importantes son capaces de socorrer a otras, ya que su cerebro produce en ese momento las endorfinas suficientes para anular el dolor y permitir que puedan ayudar.

Las endorfinas se producen durante la actividad física, especialmente durante ejercicios de tipo cardiovascular, como correr, ir en bici, y similares.

La melatonina: hormona del sueño

El sueño es una parte fundamental para nuestro bienestar, lo que confiere a la hormona que lo regula una importancia notable sobre nuestra felicidad. Ya comentamos hace un tiempo, en un artículo sobre el jet-lag, el papel de la melatonina sobre la regulación de los ciclos de sueño.

La melatonina es producida por la glándula pineal de nuestro cerebro cuando estamos en una zona oscura. Se sintetiza a partir del triptófano, al igual de la serotonina.

La adrenalina: hormona de la motivación

Aunque no esté asociada directamente con la felicidad y el bienestar, la adrenalina es una de las hormonas importantes para sentirse bien, porque sirve para superar los obstáculos. En nuestras vidas, nos enfrentamos a muchas adversidades y problemas, y sin la motivación para superarlos, nos podemos quedar atascados en situaciones de insatisfacción.

De hecho, unos niveles bajos de adrenalina se han asociado no solo con una baja motivación, sino también con la depresión.

La adrenalina, o epinefrina, se sintetiza en la glándula suprarrenal en varias etapas, el aminoácido tirosina es oxidado para producir levodopa, que se descarbolixa para dar dopamina, que se oxida en norepinefrina a su vez metilada en adrenalina.

El cortisol: hormona del estrés

Si muchas de las hormonas que he detallado antes producen felicidad y bienestar, también es importante pararse un momento sobre la que tiene el efecto inverso. En este caso, el cortisol es la hormona que regula el estrés. Si está en niveles normales, es decir bajos, tenemos el estrés y la ansiedad bajo control. Necesitamos algo de cortisol para tener la energía necesaria para estar activos durante el día.

Pero, si aumentan en exceso los niveles de la hormona, la consecuencia será padecer mucho estrés, además de un riesgo mayor de sufrir problemas de salud mental, especialmente aquellos asociados con la ansiedad, como la fobia social o los ataques de pánico.

Para bajar los niveles de cortisol, el ejercicio físico, una buena alimentación y el contacto social suelen ser muy eficientes.