SANTO DOMINGO.- El Ministerio Público establece que los encargados de la red criminal de trata de personas y denominada Cattleya, existía un plan de jerarquización que iba desde jefe o administradores hasta captadores de activos.

En la solicitud de coerción instrumentada por el órgano investigador, explica que los imputados en el caso tenían una manera muy peculiar de operar con las jóvenes que captaban especialmente en países suramericanos como Colombia y Venezuela.

Detallan en el documento que la estructura criminal tenía un modo operativo lineal, donde había un jefe o administrador, quien se encargaba de coordinar la acogida, transportar, trasladar, retener y custodiar a la víctima, además de ejercer autoridad sobre ellas.

Luego, señala que están los captadores, son aquellos encargados de reclutar bajo engaño a las jóvenes entre edades de 18 y 23 años, con el alegato de un trabajo lícito en República Dominicana, con el fin de que su llegada será para laborar en un bar o restaurante de una zona turística, con buena remuneración económica.

Asimismo, sostiene dicho documento de solicitud de coerción, que el entramado delictivo tenían los “Presentadores”, quienes sus funciones consistía en mostrar a través de catálogos a las víctimas, obteniendo un porcentaje por cada cliente.

Los “Transportistas”, eran aquellos que se encargaban de movilizar a las víctimas, desde su llegada a suelo dominicano, tanto desde el aeropuerto hacia el lugar donde eran acogidas, receptadas y explotadas o desde el lugar de acogida y receptación hacia los lugares donde serían utilizadas sexualmente por los clientes a cambio de entregar una remuneración a cambio.

Además, tenían la obligación de esperar a la víctima hasta que culminen el servicio sexual o en su defecto dejarlas y regresar, trasladándola nuevamente al lugar de acogida y receptación.

“Custodia: Personas dentro de la estructura criminal, que se encargan de monitorear los movimientos de las víctimas en los lugares de acogida y receptación, para evitar que salgan de dichos lugares si no es en ocasión de los servicios pagados, con su acompañamiento o de otros integrantes de la red”, agrega el documento.

Establece que los “Proveedores de drogas”, eran las personas que, integrando esta estructura de criminalidad organizada se encargan de suministrar a las víctimas sustancias controladas, forzándolas o incidiendo para que las consuman, creándoles adicción o dependencia a su consumo, para facilitar la realización de las actividades sexuales, así como otra fuente de ingreso o de incremento de la deuda que se obliga a pagar a la víctima.

Y por último, vinculan a los “Captadores de activos”, son los que se encargan de recibir directamente del cliente el beneficio económico que este paga por el servicio sexual, al cual se obliga a la víctima realizar.