Se llama ZIIP y es un dispositivo que, a través de nanocorrientes y microcorrientes que envía en forma de onda variable, promete aumentar la energía celular y e inducir la reparación cutánea.
Es el secreto de belleza compartido por Jennifer Aniston y Kim Kardashian, un pequeño dispositivo casero que, en apenas unos minutos, promete tonificar y rejuvenecer la piel, consiguiendo un efecto lifting a domicilio. Sin duda, el plan no puede ser más sugerente.
Este pequeño y coqueto 'beauty gadget' se llama ZIIP y se ha convertido en el "must have" (perdón por la melodía encadenada de anglicismos) de algunas de las 'celebrities' (aquí va otro) más admiradas de Hollywood que 'tiran' de él cada vez que les toca hacer una de sus deslumbrantes apariciones.
¿Cómo funciona? Sencillo, utilizando la tecnología de nanocorriente para imitar los impulsos naturales del cuerpo, activando, de esta forma, las células para optimizar su eficiencia.
Cuentan, sus fabricantes, que, a medida que envejecemos, la cantidad de ATP (una molécula natural que proporciona energía útil a las células y los músculos) de nuestra piel disminuye. Sin embargo, se ha demostrado que bajos niveles de electricidad pueden aumentar la tasa de ATP hasta en un 500%, y eso es, precisamente, lo que persigue ZIIP.
Capaz de tonificar y rejuvenecer la piel estimulando la producción de colágeno y elastina, ZIIP recrea, sin salir de casa, un tratamiento facial profesional que revitaliza y tensa la piel del rostro gracias a una carga eléctrica relajante con la que consigue resultados visibles desde el primer uso.
Hasta aquí, la más que atractiva promesa del curioso aparato. ¿Qué se experimenta al usarlo? Lo primero que habría de decir es que es muy sencillo de utilizar (incluso para mía, que no soy especialmente habilidosa con estos temas). Obviamente, antes de nada, es esencial leer muy bien las instrucciones de uso y descargarse en el móvil la aplicación en la que se pueden encontrar diferentes vídeos (de entre 2 y 14 minutos de duración) con diferentes tratamientos, dependiendo del objetivo que se persiga: revitalizar, esculpir, levantar, efecto lifting, etc. Estos tutoriales están muy bien explicados y puede seguirse sin ninguna dificultad.
Antes de empezar el ritual, es importante aplicarse muy bien el gel conductor y, a ser posible, elegir un escenario en calma para recrearse en él.
No duele nada. Las nanocorrientes y microcorrientes que envía apenas son perceptibles. Como mucho, se siente un ligero cosquilleo que, dependiendo de la zona de la cara, puede resultar un poco más intenso (en mi caso, lo noto más en las partes más huesudas y en el cuello). No obstante, existen diferentes intensidades para graduarlo 'a gusto del consumidor'.
¿Cuáles son sus resultados? Sinceramente, tras finalizar el tratamiento, el rostro luce más fresco y relajado. Es más, tengo más que comprobado que, a la mañana siguiente, incluso me levanto con mejor cara. No obstante, también he de decir que este efecto más que notorio en la piel también puede deberse al delicioso momento de relajación que supone encerrarse en el baño, a salvo de obligaciones y demandas, durante unos minutos.
En resumidas cuentas que, aunque -al parecer- todavía no hay demasiada literatura científica que avale su eficacia, en mi experiencia personal sí he de decir que ZIIP me cambia la cara para bien... ¡Al menos de forma temporal!
Fuente: elmundo