María Melo Ceballos, madre de la niña de apenas 3 años de edad, que murió a manos de su expareja, mientras la infante y otra de sus hijas estaban bajo el cuidado de su padrastro, reveló que recibió una llamada en eso de las 11:00 de la mañana por parte del hombre identificado como Luis Antonio Velázquez Montilla, quien le informó que la hoy occisa «se había desmayado y no reaccionaba».

«Tenía un hematoma en el medio de la frente y tenía unas marcas en el medio del abdomen», de cuyos golpes cuestionó al victimario de 28 años, el cual reaccionó llorando.

Sin embargo, cuando acudió ante su vivienda encontró a su hija sin signos vitales. Posteriormente, le preguntó otra vez al acusado sobre los hechos, quien le ofreció otra versión y aseguró que la pequeña «se ahogó».

Melo Ceballos, que se gana la vida laborando en un salón de belleza, dijo que dejó a sus vástagos con el imputado porque no tenía con quien dejarlas mientras trabajaba.

Transcurridos unos días desde que se registró la tragedia, la progenitora recibió una llamada de la Fiscalía que le citaba tanto a ella como al sospechoso, siendo en esas circunstancias en que Velázquez Montilla fue arrestado por la Dirección Central de Investigación (Dicrim), sin oponerse a su detención, por haber cometido el crimen.

Se recuerda que el ahora procesado, llamó ante el Sistema de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1, informando que la niña estaba en el interior de una cubeta con agua, siendo hallado el cuerpo inerte.

Tras practicarle una autopsia, los resultados arrojaron que el deceso de la niña fue de manera violenta con choque hemorrágico, laceración de hígado y trauma contuso abdominal cerrado.