El comercio textil no logra superar el coronavirus. Los hogares siguieron gastando menos en ropa el año pasado y las ventas volvieron a caer un 16%, tras el desplome del 41% en 2020, con lo que se cierran dos ejercicios muy complicados en los que la facturación del sector se ha reducido a la mitad, hasta 8.902 millones de euros, según los datos publicados este jueves por la patronal Acotex. La caída se ha reflejado en el cierre de 17.000 tiendas desde el inicio de la pandemia.
Las empresas esperaban que 2021 fuera un año de recuperación. No ha sido así. “Tras la catástrofe que vivimos en 2020, pensábamos que habría una reactivación del consumo, pero ha ido a peor, ha sido tremendamente duro”, ha explicado Eduardo Zamácola, presidente de Acotex desde 2015 y consejero delegado de la empresa familiar de ropa infantil Neck&Neck. El ejercicio empezó mal con la borrasca Filomena, que arruinó las rebajas de invierno, y a lo largo del primer semestre todavía hubo problemas de confinamiento por la pandemia. Después, el consumo no ha acabado de remontar, y finales de año la variante ómicron tampoco allanó la marcha del negocio.
La pandemia ha acelerado una tendencia que empezó a tomar forma tras la crisis económica de 2008: los españoles gastan menos en ropa. “Hemos pasado de ser grandes consumidores de textil a ser más cautos”, según el empresario. Y, sobre todo desde 2020, la ropa se renueva menos. “En cuanto hay dudas, inestabilidad, el consumidor gasta menos en moda y más en ocio”. En impacto de la pandemia en las empresas ha sido muy diferente, según Zamácola, que ha señalado que algunas tiendas pequeñas han logrado crecer y otras han cerrado, y lo mismo ha pasado con las grandes cadenas.
Las familias españolas han reducido su gasto anual en ropa en 470 euros respecto a 2019, hasta 786 euros de media, frente a los 1.256 euros de antes de la pandemia, según los datos recopilados por Acotex en su informe anual sobre el sector (El comercio textil en cifras). Como consecuencia, en dos años la facturación ha caído un 54% acumulado: de 18.078 a 8.902 millones. En el último año han cerrado 2.429 tiendas, que han supuesto la pérdida de 8.586 empleos (en sector cuenta ahora con 163.846 trabajadores). El número de establecimientos a cierre de 2021 era de 44.672, frente a los 61.891 abiertos antes de la pandemia.
Turistas y negocio ‘online’
Dos elementos fueron positivos en 2021. En primer lugar, se recuperó un 76% respecto a 2020 la venta entre los turistas, pero todavía hay una caída del 62% respecto a 2019. Los ciudadanos rusos fueron los que más compraron (un 21%) respecto a 2020, seguidos de mexicanos, argentinos y estadounidenses. Los turistas chinos, uno de los países que más herméticamente ha cerrado sus fronteras por la covid, se han caído de la clasificación de los mayores compradores.
Las ventas online continúan creciendo, un 8,5%, y ya representan el 15,5% de la facturación total. Son las tiendas multimarca las que pierden más cuota de mercado: han pasado de tener el 17% en 2019 al 9,9% en 2021. Mientras, se aprecian mejoras en la venta de ropa para eventos.
“Los cuatro meses que llevamos de 2022 son positivos, al menos, con subidas del 20%, aunque lejos de los niveles prepandemia, además de que no podemos olvidar que persisten elementos importantes como la inflación, la subida de costes y los problemas en la cadena de suministro”, ha advertido Zamácola. Respecto a las previsiones para el año, el presidente de Acotex considera que hay mucha incertidumbre y que todavía hay que mejorar mucho las ventas para hablar de recuperación.
Las calles más caras
El informe también señala cuáles son las calles más caras para el comercio en España. En cabeza están dos localizaciones de Barcelona, el Paseo de Gracia (3.732 euros el metro cuadrado) y el Portal del Ángel (3.600 euros), seguidas de tres en Madrid, la calle de Preciados (3.420 euros), Gran Vía (3.240 euros) y Serrano (3.060).