Si eres de las/los que trabaja muchas horas con el ordenador, puede que hayas notado un molesto hormigueo en las manos o incluso, que se te adormecen. Estos son síntomas que se repiten también en quienes realizan movimientos repetitivos con manos y/o muñecas todos los días muchas veces, al realizar trabajos mecánicos. Ojo, porque estas sensaciones pueden ser el comienzo de un síndrome conocido como del túnel carpiano que, además de dolor, puede limitar el uso de las manos. Con vistas al Día Mundial contra el dolor, que se conmemora el próximo domingo 17 de octubre, especialistas del grupo sanitario Ribera nos hablan sobre este síndrome, cómo diagnosticarlo y cómo tratarlo.
El síndrome del túnel carpiano es una patología frecuente, por la proliferación de trabajos que requieren del uso de ordenadores, que se produce por la compresión del nervio mediano a su paso por un canal formado por los huesos del carpo y el ligamento anular del carpo. El nervio mediano es el nervio situado en la muñeca, que permite la sensibilidad y el movimiento a diferentes partes de la mano y el túnel carpiano es un paso muy estrecho por donde encontramos ligamentos, nervios, tendones y huesos.
La doctora Victoria Sotos, jefa del Servicio de Rehabilitación del Hospital Universitario del Vinalopó, gestionado por el grupo sanitario Ribera, explica que los síntomas de este síndrome aparecen cuando “el nervio mediano queda comprimido, con la consiguiente falta de vascularización, en una estructura anatómica poco flexible, delimitada por el ligamento anular del carpo”. Y es que, después del hormigueo y las molestias en algunas zonas de la mano, según explica la doctora Sotos, puede llegar el dolor en la muñeca y en la palma de la mano, falta de sensibilidad en algunos dedos de la mano, e incluso, provocar el debilitamiento de algunos músculos.
El doctr Santiago Tormo, especialista del Servicio de Traumatología del Hospital Universitario de Torrejón añade, por su parte, que “como consecuencia de la compresión de este nervio, aparece un hormigueo y adormecimiento de la mano en la región palmar, desde el dedo pulgar hasta la mitad del cuarto dedo”. Explica que estos síntomas “pueden aparecer por la noche, e incluso puede haber dolor y debilidad a nivel de la mano y hacia el antebrazo” y, en los casos más avanzados, llegar a producir atrofias musculares del pulgar (eminencia tenar).
¿Cómo se diagnostica el síndrome del túnel carpiano?
El diagnóstico del síndrome del túnel carpiano se realiza mediante una exploración física y se puede complementar con pruebas radiológicas y un electromiograma, que permite estudiar la actividad nerviosa de los músculos, en este caso del brazo. Para la doctora Sotos, el diagnóstico, sin duda, es clínico y la prueba determinante es la electromiografía, que nos va a informar también del nivel de afectación.
El doctor Tormo asegura que no solo los trabajos con el ordenador o las tareas mecánicas son la causa de este síndrome. Otras posibles causas son “las fracturas de muñeca, que los canales sean estrechos de nacimiento, la artritis, el embarazo, y movimientos repetitivos que inflamen tendones a su paso por la muñeca”.
¿Cómo se trata el síndrome del túnel carpiano?
En cuanto al tratamiento, la doctora Sotos recomienda “empezar con un tratamiento conservador antes de llegar a la cirugía, que es el abordaje más intervencionista”. Se puede empezar corrigiendo y cambiando posturas, al tiempo que se realiza un tratamiento con antiinflamatorios. “El uso de complejos con vitamina B parece que mejora los síntomas”, asegura la doctora Sotos. El paso siguiente, según explica, es la infiltración con corticoides, también como tratamiento previo a la cirugía descomprensiva, porque permite liberar parcialmente el nervio y, en ocasiones, esto junto con el cambio de hábitos y/o corrección postural, es suficiente. “Si aparecen síntomas motores, deberá plantearse la cirugía para liberar el nervio mediano”, asegura.
El doctor Tormo recomienda en ocasiones y tras valorar cada caso que el uso de férulas durante la noche en las fases iniciales el tratamiento, “pero también es posible que haya que adaptar la actividad laboral para evitar gestos de sobrecarga repetida de la extremidad”. “Para aliviar los síntomas también se pueden tomar antiinflamatorios y hacer infiltraciones locales de anestésico y corticoides”, concluye nuestro especialista.
La fisioterapia es otra de las grandes ayudas para aliviar los síntomas de este síndrome y los dolores y limitaciones que provoca, como tratamiento conservador. A continuación, os dejamos un vídeo con una serie de ejercicios que facilita Cristina González, supervisora de Fisioterapia del Hospital Universitario del Vinalopó.
Ejercicios túnel carpiano